EUROPA
PRESS
3 marzo
2018
Varices
en el embarazo y la insuficiencia venosa: 5 medidas que pueden mejorarlas
La enfermedad llamada insuficiencia
venosa crónica (IVC) no sólo se refiere a las varices de las piernas. Las
hemorroides, varices vulvares o variz pélvica también
son varices y pertenecen a la ICV. Este sábado se celebra el Día Nacional de
Prevención de las Enfermedades Venosas.
"Es la situación de enfermedad de larga duración
derivada de alteraciones anatómicas o funcionales del sistema venoso que se
manifiestan por síntomas y signos que necesitan estudio y tratamiento",
subraya en una entrevista con Infosalus el médico de
familia Manuel Frías Vargas, y especialista en riesgo vascular.
Se debe tener en cuenta que esta es una patología con una
"importante prevalencia durante el embarazo", ya que las varices
afectan al 40% de las gestantes, y por lo tanto se trata de un motivo frecuente
de consulta, tanto en la Atención primaria como en la Obstetricia. "Más
frecuentes en multíparas que primíparas. Se presentan desde el primer trimestre
(desde las primeras semanas (2-3) del embarazo)", precisa el médico
especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del centro salud San Andrés de
Madrid.
Así, indica que los síntomas más frecuentes de la
insuficiencia venosa son el edema en los miembros inferiores, que se acompañan
de otros más inespecíficos, y que pueden ir desde la sensación de pesadez y de
cansancio, al prurito, a los calambres musculares, hasta incluso la aparición
de dolor.
"Estos síntomas, que en etapas iniciales de la
patología, son leves o pueden estar ausentes a primera hora de la mañana, pero
aumentan a lo largo del día con el ortostatismo
(estar de pie) y el calor, volviendo a mejorar durante el descanso nocturno con
el decúbito (preferentemente lateral izquierdo en la gestante)", explica
el también coordinador nacional de grupo de trabajo de vasculopatías
de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
¿Por qué se
producen las varices durante el embarazo?
Además, sostiene que hay diferentes factores que pueden
aumentar la enfermedad preexistente o nueva aparición:
-
Genéticos: Debilidad de la pared venosa.
-
Hormonales: El aumento de estrógenos actúa en los vasos
sanguíneos, y especialmente en las venas, aumentando los glóbulos rojos, lo que
favorece la hipotensión en las embarazadas, y empeora la IVC.
-
Factor mecánico: El crecimiento del útero gestante aumenta la
presión en la vena cava y con el aumento de la presión abdominal empeora el
flujo sanguíneo venoso.
Dependiendo de las características de las varices, pueden o
no desaparecer tras el parto. Además, sobre su peligro, el experto alerta de
que la presencia de IVC durante el embarazo es un "importante factor de
riesgo para sufrir un evento tromboembólico durante
el puerperio tardío".
"Las sociedades científicas que trabajamos con esta
enfermedad la catalogan como 'factor de riesgo trombótico
intermedio' durante el embarazo, y cuando coexiste con otros factores (edad
superior a 35 años, multiparidad, embarazo múltiple,
índice de masa corporal mayor de 30, fumadora, técnicas de reproducción
asistida, preeclampsia, hiperemesis
gravídica). En esta situación debe ser valorada por especialistas",
apostilla Frías Vargas.
Con todo ello, el experto recomienda que, si estás embarazada
y tienes varices antes del embarazo, o tiene los factores de riesgo comentados,
debes acudir a tu médico de familia.
Consejos para
sobrellevarlas y tratarlas
A su vez, recomienda 5 medidas que pueden mejorar la
insuficiencia venosa en el embarazo:
1.
Evitar un aumento excesivo de peso durante el embarazo, así como
el sedentarismo, aumentando la actividad física y disminuyendo el sobrepeso y
la obesidad, y el ortostatismo prolongado.
2.
Evitar el uso de prendas excesivamente apretadas y usar tacones de
menos de 3 cm.
3.
Evitar el estreñimiento.
4.
Reposo con elevación de los miembros inferiores (15-20 minutos de
duración varias veces al día), y mantener esa elevación de 15-20 cm en el
descanso nocturno. En ocasiones se pueden utilizar las medias de compresión
adecuadas a la patología existente.
5.
Utilización de fármacos venotónicos bajo
prescripción médica.